La malaquita se caracteriza por su color verde vibrante y sus inclusiones en forma de ondas. Estas ondas pueden variar de verde claro a verde oscuro, creando una apariencia visual única.
Simbólicamente, la malaquita se asocia a menudo con la transformación, el crecimiento y la protección. Se dice que tiene la capacidad de absorber energías negativas y malas ondas corporales. También se cree que esta piedra abre el corazón al amor incondicional, fomenta la toma de riesgos y la empatía.